Santiago. — El juez chileno Mario Carroza dispuso ayer la exhumación de los restos del ex presidente constitucional Salvador Allende para realizar una nueva autopsia que establezca las causas de su muerte, ocurrida el 11 de septiembre de 1973, durante el golpe de Estado a su gobierno. La medida judicial, que tiene como fecha la segunda quincena de mayo, busca determinar si el ex líder socialista se suicidó para evitar caer prisionero o murió asesinado el 11 de septiembre de 1973, en pleno golpe de Estado. Además, la decisión judicial, inédita en la historia de Chile, está inscrita en un esfuerzo de la Corte Suprema por investigar todas las violaciones a los derechos humanos cometidas en la dictadura militar.
La exhumación de Allende —la segunda que sufre su cuerpo luego que la familia lo trasladó de Viña del Mar a Santiago— se sumaría a la practicada en 2005 al ex presidente Eduardo Frei Montalva, en la investigación que realizó el juez Alejandro Madrid. La orden se concreta a pocos días de que la hija del ex presidente, la senadora Isabel Allende, le pidiera personalmente al juez Mario Carroza —a cargo de la investigación— la exhumación del cuerpo de su padre y la realización de una nueva autopsia. A comienzos de semana, Isabel y su hermana, Carmen Paz, ofrecieron a la Justicia muestras de sangre para que sean cotejadas durante la nueva autopsia. La versión histórica de la muerte de Allende, el 11 de septiembre, señala que el entonces jefe de Estado se quitó la vida con un disparo en la cabeza cuando el Palacio de Gobierno era bombardeado por la Fuerza Aérea de Chile, como parte del golpe encabezado por el general Augusto Pinochet.